Uno de los muchos interrogantes vigentes por el desconocimiento del comportamiento del Covid-19, a nivel mundial para epidemiólogos, bacteriólogos y demás actores que están de cara al desafío de salud pública, radica en la búsqueda de variables que permitan determinar de manera precisa la duración de inmunidad adquirida en pacientes tras contraer y superar el Sars-Cov2.
La semana anterior, un estudio liderado por el laboratorio de virología experimental de la Universidad de Amsterdam (Holanda), compartió a la comunidad científica los resultados cuantitativos del análisis de cuatro cepas de coronavirus estacionales similares al actual Covid; ¿la relación? Dichas cepas también eran causal de infecciones respiratorias en su momento de incubación, y es que, según los investigadores comprender similitudes con otras pandemias permite conocer información adicional sobre el Sars-cov2 y determinar pasos a seguir en la creación de una posible vacuna.
Para dicha investigación, se tomó como base 513 muestras de suero (anticuerpos contra la proteína nucleocápside) recogidas durante un periodo de 35 años desde 1980. Según los resultados, todos los pacientes presentaron entre 3 y 17 infecciones en periodos de reinfección entre los 6 meses y 9 años. Adicional y como dato de interés se determinó que los pacientes se re infectaban de un virus gestacional 12 meses después de la infección inicial.
En conclusión, las personas que han contraído la enfermedad pueden desarrollar un elevado grado de inmunidad frente al mismo, sin embargo, en cuestión de meses, los científicos, explican que los anticuerpos creados por el organismo empiezan a sufrir un proceso de decadencia posterior al inicio de los síntomas y las reinfecciones pueden ser comunes en los virus estacionales. Situación que pone a pensar una vez más a los científicos en si una sola dosis de una vacuna contra el Sars-Cov2 será suficiente para evitar el contagio del virus a futuro, a raíz de la inmunidad de corta duración contra los coronavirus humanos comunes.