El salario integral surge como una derivación de la libertad contractual y consiste en aquel acuerdo que debe pactarse por escrito para la realización de un pago que no solo retribuya su trabajo ordinario, sino que además compense otros rubros como por ejemplo las prestaciones, recargos, trabajo nocturno, extraordinario, dominical y festivo, primas, cesantías y sus intereses, subsidios, suministros en especie, entre otros.
Tenemos entonces que el salario integral se compone de dos factores: en primer lugar, el salario ordinario que retribuye el servicio prestado e incluye todas las sumas que tengan naturaleza salarial, y en segundo lugar, el factor prestacional, que es el valor compensatorio de prestaciones y beneficios que no tengan naturaleza salarial, indemnizatoria o remuneratoria del descanso (como en el caso de las vacaciones que no entran dentro de dicho rubro).[1]
Recuerde que este acuerdo de salario integral le aplicará sí y solo si usted devenga un salario ordinario superior los 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes, que para este 2022 quedó pactado en $1.000.000 COP. Por lo que el salario integral equivaldrá entonces a la sumatoria del salario ordinario (10 salarios mínimos legales mensuales vigentes) y el factor prestacional correspondiente a la empresa que en ningún caso podrá ser menor al 30% del factor salarial.
Por lo anterior, el valor del salario integral para el 2022 será de $10.000.000 COP por factor salarial, más 3’000.000 factor prestacional, para un total de 13’000.000 millones de pesos.
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[1] Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral. Sentencia del 25 de abril de 2005 No. Radicado 21369.
