En medio de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid19, una de las preocupaciones latentes es el desabastecimiento de los elementos de protección de barrera utilizados por el personal de salud durante la atención de pacientes en medio de la pandemia.
Elementos como el tapabocas N95 han tomado protagonismo para la prevención del virus ya que filtran el 95% de las partículas potencialmente infecciosas, y aunque fueron diseñados para ser usados una sola vez, teniendo en cuenta el contexto y un posible desabastecimiento de los mismos se ha sugerido su desinfección como una posible medidas extrema ante desabastecimiento haciendo la salvedad de que aunque puede llegar a ser favorable, es una recomendación débil porque una desinfección inadecuada puede ser tan peligrosa como no utilizar máscara o usar una contaminada.
El respirador por sí solo no evita el contagio, para su efectivo funcionamiento se recomienda un uso continuo no mayor a 8 horas o el uso intermitente hasta por 5 veces, adicional, se sugiere no exponer la mascarilla a contacto con la luz solar y mantenerlo alejado de fuentes de humedad. Es importante que al colocarse el respirador realice una prueba de ajuste, verifique que este no cubra los ojos y que no permita filtraciones; así como que el rostro de quien lo use, este debidamente rasurado para evitar posibles fugas. Recomendaciones sobre el uso de respiradores N95 o similares
¿Cómo se puede descontaminar un N95 en caso de ser necesario?
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades CDC, propone tres métodos para una eficaz descontaminación y reuso:
- Secado con aire caliente: Para ello se debe colgar la mascarilla en un horno a 70°C (158°f), sin que la superficie metálica toque el tapabocas al menos a 16 cm de distancia, durante 30 minutos. Este procedimiento puede realizarse en múltiples ocasiones sin que se pierdan las propiedades de filtrado.
- Descontaminación con vapor de peróxido de hidrógeno: Este método es certificado por la Universidad de Duke y requiere de una solución de peróxido de hidrógeno en vapor de manera uniforme. Este proceso presenta 5 etapas: Acondicionamiento, pre gasificación, gasificación, fijación de gasificación y aireación; se puede realizar en 30 ocasiones sin que se produzca degradación alguna.
- Irradiación con rayos ultravioleta: Se ha demostrado que la UVC es germicida y reduce el Covid de las máscaras, la recomendación es usar la luz durante 15 minutos a 245 nm; ahora bien, entre los 3 métodos es el que mayor incidencia negativa puede tener debido a que altera las cargas electroestáticas del polipropileno
Por otra parte, la Sociedad Antioqueña de Anestesiología SADEA, propuso 3 métodos más artesanales para la descontaminación de las mascarillas, previamente usadas:
- Secado al aire ambiente durante 4 días: Se tiene evidencia científica que el Covid-19 tiene una vida en superficies inferior a 72 horas en plástico, 48 en metal y 24 en papel; por lo que el Doctor Dr. Peter P. Tsai inventor del método de la tecnología de carga electroestática, usada en la fabricación de las máscaras N95 sugiere dejarla al aire por 4 días y usarla cuando no haya riesgo de portabilidad del virus en la misma.
- Horno microondas: Para hacer uso de este método, se debe introducir la mascarilla en una bolsa de vapor con agua, tipo zip o cremallera, durante un mínimo de 3 minutos. Recuerde antes de introducir la mascarilla al electrodoméstico, retirarle la parte de metal para evitar choques eléctricos.
- Esterilización con vapor a 125 °C: Para este proceso se debe sumergir durante 3 minutos la mascarilla en agua hirviendo; el tapaboca no debe contar con material de papel ya que este puede doblarse o ablandarse y quedar inservible.
Finalmente recuerde que la mejor protección es contar con máscarillas N95 nuevas, las alternativas presentadas con anterioridad no solucionan un posible desabastecimiento ni garantizan la eficacia y seguridad de este elemento de protección para uso clínico. Su implemetación será responsabilidad de quien lo haga por lo cual no comprometen a la SCARE.
Lo invitamos para que revise aquí las recomendaciones completas entregadas por la Asociación Antioqueña de Anestesiología.